Mario José Sánchez, junto con su esposa, María Victoria. |
--Está a punto de acabar este mandato, ¿con qué se queda?
--Con el día a día, con el trabajo que no se tiene en cuenta y la gran devoción que hay de la gente de Villafranca. De hecho, la prueba está en la ofrenda flora, que va en aumento. Los fieles vienen de Barcelona, Valencia, Madrid, etcétera, para disfrutar en hermandad de estos días grandes.
--¿Cómo ha vivido ese momento en el que la multitud traía flores a la Virgen?
--Son momentos que impresionan. Estos días no te das cuenta de nada. Es un sinfín de emociones.
--¿De quién ha recibido el apoyo durante este tiempo?
--De la hermandad, que es un pilar clave, que está presidida por Juan León. He recibo además el apoyo de otros hermanos mayores, de la gente joven y adulta para cualquier cosa, y siempre de manera desinteresada.
--¿Se esperaba este resultado?
--Desde dentro me he dado cuenta del poder de convocatoria que tiene la Virgen de los Remedios. Concretamente en la comida de hermandad este año ha habido más gente que otros años y hay más candidatos a hermanos mayores, donde la gente joven está muy implicada en la celebración. En ella se respira el entusiasmo y la forma de trabajar.
--¿A quién le dedica este año?
--A mi esposa, a mis hijos y a mis padres.
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