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Javi Lara, en el pabellón de Montoro, que a partir del próximo 4 de diciembre, su cumpleaños, llevará su nombre. |
El futbolista montoreño de la
Liga BBVA Javi Lara ha vuelto a su pueblo para recoger el galardón de Montoreño
del Año y así aprovechar el parón de Primera división para disfrutar de la
feria de la Virgen del Rosario y recordar sus años de infancia y juventud junto
a sus familiares y amigos. La humildad, la cercanía y el tener siempre los pies
en el suelo lo convierten en un ser magnífico, siendo un ejemplo para los niños
de su pueblo. Su confianza plena en él le han hecho llegar a lo más alto del
mundo futbolístico.
--Javi. Por fin en Montoro.
--Siempre me encanta venir a mi
pueblo. Por suerte he podido hacerlo en la feria, que es cuando más gente hay,
familiares y amigos, y la verdad que estoy pasando unos días bastante buenos.
--¿Cuánto tiempo lleva sin venir
a la feria de su pueblo?
--Muchos años. Antes de venir la
preguntaba a mis amigos por unas casetas y ya incluso no existen. La verdad que
ha sido una experiencia emocionante.
--Acaba de ser nombrado Montoreño
del Año. ¿Qué supone este reconocimiento para Javi Lara?
--Desde pequeño ha sido un sueño. En
ese momento se me acumularon muchos recuerdos que salieron a flote y la verdad
que fue corto, intenso y emotivo. Lo recordaré toda la vida.
--¿Sigue manteniendo contacto con
su pueblo e informado de su tierra?
--Sí. Tengo muy claro que el día
que deje de jugar al fútbol volveré a mi tierra. Siempre que puedo vengo. Por desgracia me ha tocado vivir fuera de casa por el fútbol porque también es
complicado elegir un lugar para jugar. Los futbolistas nos tenemos que adaptar. Por
tanto, cada vez que vengo disfruto al máximo.
--¿Y jugar en la Liga de
las Estrellas?
--Es el sueño de todos los niños
desde pequeños y a todos los niveles. Me ha tocado a mi, que llevo mucho tiempo
sufriendo y peleando. Hay mucha gente que dice que no soy consciente y que no
le doy el valor que esto tiene y lo que hago es disfrutarlo al máximo todos los
días. Siempre he disfrutado el poder dedicarme a lo que me gusta, en Tercera
División, Segunda B y Segunda A, y ahora que estoy en Primera, mucho más.
--¿Cómo se encuentra en el club
armero?
--Eibar es una ciudad de 30.000
habitantes que se ha encontrado con un ascenso a Primera División. Toda la
ciudad habla de lo mismo y desde el primer día te sientes involucrado. Lo que
más llama la atención es que por hacer simplemente tu trabajo la gente es muy
feliz gracias a lo que estamos haciendo, que es darlo todo en el campo.
--¿Cómo definiría a su equipo?
--Tenemos muy claro a lo que
jugamos y cuáles son nuestras aspiraciones. Para nosotros pelear cada balón es
innegociable. Sabemos que en teoría los equipos son superiores a nosotros
técnicamente y tenemos que tratar de ser superiores con intensidad, ganas e
ilusión porque muchos somos debutantes en Primera División.
--¿Con qué partido se queda de
los disputados hasta el momento en Primera?
--Personalmente el primer partido
de Liga y el debut en Primera, así como tener la suerte de meter el primer gol
de la historia del Eibar en Primera. Creo que el equipo ha dado la cara en
todos los partidos y quizás en Villarreal fue donde más sufrimos porque creo
que ha sido el que más calidad tenía, junto al Barça.
--¿Se siente cómo con el esquema
de juego?
--Todos saben que soy un jugador
de toque, que me gusta asociarme con los compañeros y creo que me viene bien el
Eibar, un club que me hace ser un jugador más completo de lo que era.
--¿Cómo es el nivel físico de los
jugadores?
--El físico se nota en esta
categoría mucho. Son atletas que están trabajando día a día su cuerpo, ya que
éste es su herramienta de trabajo. La máxima diferencia que he encontrado es la
alimentación y todo, que se lleva muy estricta. El Eibar es un club especial y
cercano y nos obligan tres veces en semana a comer todos juntos en el estadio
con un menú bastante controlado. Esto ayuda para después, en casa, saber las
pautas a seguir.
--¿A qué aspira el Eibar?
--Nosotros tenemos que buscar tres
equipos peores que nosotros. Tenemos claro que hay que disfrutar esta
experiencia día a día. Tenemos una afición que nos va a arropar siempre, aunque
perdamos, siempre que lo demos todo, y rascar puntos donde se pueda, tanto en
Ipurúa como fuera de casa, que de momento estamos bastante bien.
--¿Cómo ve el Córdoba CF?
--Salí de la cantera y como todo
cordobés lo sigo día a día. Ha tenido un arranque difícil, con muchos jugadores
nuevos, y creo que ese es el hándicap. Supongo que poco a poco irá sumando
puntos, porque jugadores de calidad tiene como para estar más arriba. De todas
maneras, ahora mismo no creo que la clasificación sea muy importante.
--¿Le gustaría volver al Córdoba
CF de Primera?
--Es algo que no depende de uno.
Es cierto que ahora mismo solo tiene un cordobés en la plantilla y que a todo
el mundo le gustaría que hubiera más, pero bueno, el fútbol está así montado.
La suerte que tengo es poder dedicarme a lo que me gusta, sea donde sea.
--Vemos que está encantado de
decir que es de Montoro allá donde va.
--Por supuesto. El fútbol es como
una noria, un día estás arriba y otro día abajo. Cuando estaba más abajo fue
cuando estuve en Lucena. Supuso un punto de inflexión en mi carrera, el mejor
año a nivel personal y sigo diciendo que es porque estaba cerca de mi pueblo.
Esto te hace rendir un punto por encima de lo que puedes dar.
--¿Qué supone darle el próximo 4
de diciembre su nombre al pabellón cubierto de Montoro?
--Es algo muy especial. Pensar
que este lugar llevará mi nombre para toda la vida es algo que me enorgullece
como montoreño.