Una anciana fallece al ser arrastrada por una tromba de agua en Cañete de las Torres

Los vecinos de Cañete de las Torres vivieron esta tarde las tres horas más largas y trágicas de su vida. Desde las 16.30 y hasta las 19.30 horas tres fuertes trombas soltaron sobre este municipio del Alto Guadalquivir más de 120 litros de agua, que se ha llevado a su paso decenas de coches, ha inundado garajes, locales comerciales y tiendas, pero lo peor ha sido la muerte de una mujer de unos ochenta años de edad, conocida en la localidad como Carmelita, la de la Huerta la Chorcha, que se dio por desaparecida a primera hora de la tarde cuando se encontraba en su casa, de la calle Gavilanes.
   Los cañeteros no daban crédito a lo que estaban viendo, cuando el parque de Andalucía y calles adyacentes se convirtieron en un auténtico río, que alcanzó un caudal de casi dos metros de altura. Más de cien viviendas se han visto afectadas por este desastre, que ha provocado la tensión durante toda la tarde de ayer y una sensación de incertidumbre hasta que apareció el cuerpo de Carmelita, hacia las 21.30 horas.
Esta noche ha sido la más larga de esta localidad, en la que el alcalde, Diego Hita, dijo que “ha sido lo más duro que ha vivido este pueblo, viendo como el agua no paraba de caer y los arroyos de crecer hasta adentrarse el agua en muchas de las viviendas de nuestro pueblo”.
   Aun no se han podido evaluar los daños materiales, pero han sido cuantiosos. Hasta la localidad se desplazaron hasta seis unidades de la Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil y Bomberos, que estuvieron coordinando la situación en todo el casco urbano, ya que se llegaron a vivir momentos de gran tensión en diferentes calles, tanto del centro como de la zona baja, en torno a los arroyo Del Cañetejo y Guiomar, que son los que pasan por este municipio.
   Juan Gallardo Morenate, vecino de esta localidad, que vive junto al arroyo Guiomar, que se encontraba arropado con una manta en una tienda cercana, fue rescatado de su casa y comentó a este blogo que “el agua abrió las puertas de mi casa, me tiró al suelo y pude rehacerme, pero lo he perdido todo”. Por su parte, Antonia Molinera, que también tuvo que ser rescatada, relató llorando que “hemos vivido un infierno”. Francisco Cuenca, que se encontraba trabajando en su oficina, dijo que le sorprendió “una fuerte avalancha de agua, que arrastraba contenedores y que los estamparon contra el negocio”. Los propietarios de varios establecimientos también achicaban agua durante toda la tarde. Concretamente, los propietarios del supermercado de Covirán tuvieron que salir por el tejado del almacén de la tienda para poder salvarse.