El pantano de El Arenoso, desembalsando agua. |
La saturación actual de los embalses jiennenses y cordobeses están poniendo en jaque a las zonas de ribera de la provincia, desde Villa del Río a Palma del Río. Toda la lluvia prevista en las próximas horas caerá sobre mojado y con el nivel del cauce del Guadalquivir a punto de desbordarse en varios puntos. En el Alto Guadalquivir, los municipios de Villa del Río, Montoro, Adamuz (Algallarín), Pedro Abad, El Carpio y Villafranca mantienen el estado de alerta por el posible desbordamiento del río. En el primer municipio, el concejal de Seguridad, Jesús Morales, ha manifestado esta mañana que “existe una fuerte preocupación, ya que falta coordinación entre las provincias de Jaén y Córdoba, ya que la información que recibimos en Villa del Río es solamente de Córdoba”, cuando argumenta que esta localidad recibe el agua de la zona de Jaén.
La paradoja se produce cuando en menos de 10 meses el río Guadalquivir se ha desbordado, pero en la última ocasión, que fue en el Puente de la Inmaculada, también se vieron afectadas varias zonas del municipio, a lo que el edil de seguridad lo achaca a la falta de limpieza de los arroyos, los colectores y las cunetas de las carreteras secundarias, “tanto la de Cañete de las Torres como la de Los Majuelos”, manifestó Morales. Las zonas deportivas y los huertos familiares son las zonas más amenazadas por esta situación de lluvias.
Otra de las infraestructuras que se está viendo gravemente afectada con motivo de las crecidas del arroyo Salado es el puente romano, que ha perdido varios de los sillares del siglo I, que han sido arrastrados por la corriente del agua.
En Montoro se han producido desprendimientos en carreteras secundarias, como la de acceso al municipio por el cementerio, donde el Ayuntamiento está llevando a cabo obras de mejora, así como en la ribera, donde la crecida del río se ha llevado a su paso parte de las obras de infraestructura que se están llevando a cabo dentro del Plan de la Ribera.
En Algallarín y Pedro Abad los agricultores temen nuevas crecidas en la zona de vega y en Villafranca se sigue manteniendo la situación de alerta y los vecinos de los huertos familiares han sido desalojados por la nueva situación.
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