Caluroso homenaje a Manuel Cruz Muñoz, un villafranqueño de corazón

 Dicen que hoy en día, debido al ritmo estresante de vida que llevamos y al hecho de pasarnos demasiadas horas pegados al televisor o al móvil; dedicamos muy poco tiempo a la comunicación en el seno familiar, a charlar tranquilamente en torno a una buena mesa o a un buen aroma de café, como en tiempos antaños. Lo que voy a contar a continuación quizás rompa estos esquemas , ya que fue precisamente dentro de una amena conversación familiar donde se concibió una idea que dio paso a una bonita historia y  que tengo por seguro no van a olvidar nunca ni sus protagonistas, ni el resto de participantes en ella.

Un buen día, en el seno de la familia Cruz Ayllón surge la idea de homenajear a un ser muy querido por todos nosotros, que se encuentra en unos momentos de salud delicados y lejos de su Villafranca querida, nuestro tío Manolo.

Él, hace ya muchos años, tuvo que abandonar su pueblo natal por motivos de trabajo e instalarse en la localidad de Sax, provincia de Alicante, para ejercer como Guardia Civil, destinado en este lugar. Allí marchó junto a su esposa, nuestra tía Antonia, allí nacieron sus hijos y se forjó toda una vida, siendo siempre una persona respetada y valorada. Pero no por eso, ha dejado de añorar año tras año a su pueblo y a los seres queridos que un día dejó atrás en él. A su Villafranca del alma la ha llevado siempre por bandera y ante la imposibilidad de venir a visitarla, por motivos de salud, su familia  directa, guiada y representada por mi primo Paco Cruz Amor, artífice de todo esto, decide realizar un viaje para sorprenderlo, animarlo en estos momentos tan críticos y hacerle un homenaje como él se merece.



Uno de los momentos de la celebración.



El viaje familiar se realizó el día 2 de Septiembre, con salida a las seis de la mañana.

Para engrandecer este gran día, se prepararon muchas sorpresas en colaboración con  nuestra prima Puri, una de sus hijas, y que desarrolló una labor ejemplar para que todo saliera perfecto, siempre a espaldas de su padre, que no debía saber nada.

En torno a las dos de la  tarde,  la familia de  Sax  conduce a nuestro protagonista y esposa a un restaurante, bajo un pequeño engaño y cual no fue su sorpresa al entrar en el salón del mismo y comprobar a cuarenta y tantos miembros de su familia dándole la bienvenida. Familia llegada desde varios puntos geográficos, como Aldaya (Valencia), Alcolea de Córdoba y por supuesto Villafranca de Córdoba. Fueron momentos únicos donde reinó la alegría, el llanto y la emoción.

Después de un almuerzo amigable y distendido, se le ofrecieron varios regalos, entre ellos una placa para él y un ramo de flores para su esposa. También nuestro Ilmo. Ayuntamiento de Villafranca ha querido colaborar en este evento enviándole gentilmente una serie de obsequios: un reloj, una botella de vino de la tierra, una bandera y varios libros de  historia de nuestra localidad. Desde estas líneas aprovechamos  para dar las gracias al Señor Alcalde por estos detalles.

La sobremesa fue amenizada por dos personas amigas que accedieron a acompañarnos en esta aventura. Se trata de Manuel García Ramírez, “maestro Pacheco”, director del Coro de Campanilleros de Santa Marina y Alfonso Cantizano, cantaor flamenco y vecino de nuestro pueblo hermano de “El Carpio”. Ambos interpretaron varios palos flamencos y alegraron de tal manera el momento que el personal no paró de bailar, e incluso nuestro protagonista se arrancó e hizo sus pinitos en el cante y en el baile.

Gracias también a ellos por hacernos pasar esos momentos tan inolvidables.

Así fue transcurriendo el día y entre los presentes teníamos personas de todas las edades, desde un sobrino nieto de un añito aproximadamente, hasta una cuñada de  ochenta y nueve años, mi madre, que no dudó en hacer este viaje a pesar de su avanzada edad.

A nuestro regreso, sobre las cuatro de la madrugada, el cansancio ya hacía mella en nosotros;  pero había merecido la pena sólo por ver el rostro de felicidad de nuestro tío Manolo acompañado de toda su familia.

Muchas gracias a todos los participantes en esta formidable aventura.

Familia  Cruz/ Villafranca de Córdoba