OPINIÓN: "CODIVIA"

Dicen algunos sabios que los números, letras y palabras poseen ciertas virtudes por las que Dios se comunica con los hombres... Así, que si inventamos CODIVIA e intentamos buscarle un significado, lo primero que se nos viene a la mente es la palabra codicia y al pensar en este “pecado” enseguida la asociamos con envidia y entre la una y la otra como que se deja entrever el odio; por tanto es fácil concluir que la CODIVIA, no es más que la codicia y la envidia unidas por el odio. Una especie, diría yo, de enfermedad del espíritu y por eso difícil de diagnosticar. No sé de ningún médico, psicólogo, psiquiatra o sociólogo que la haya mencionado... y me atrevería a decir que es una enfermedad más extendida que el cáncer y el sida juntas. Y sino consultemos en los juzgados: ¿Cuántas familias están sufriendo por culpa de esta enfermedad? ¿Cuántos hermanos, primos, amigos y enemigos son víctimas de esta enfermedad? ¿Cuántos políticos, banqueros y empresarios son responsables de habernos llevado a la actual crisis por culpa de esta enfermedad que ni siquiera conocen?...

   En una sociedad donde la máxima por antonomasia es: “TANTO TIENES, TANTO VALES”, es compresible que la codicia lleve a la envidia y la envidia alimente la codicia y entre ambas provoquen el odio y de aquí que nazca la CODIVIA.
   Todos sabemos que no es más rico quién más tiene, sino el que menos necesita; pues entonces, por qué no cambiamos la anterior máxima por la de: “QUIÉN MÁS VALE ES QUIÉN MÁS SIRVE, MÁS AYUDA, MÁS COLABORA”... Y así, al aplicárnosla, veremos como fácilmente salimos de esta triste crisis.
   Va siendo hora de acercarnos a las enseñanzas de los grandes maestros y lideres espirituales y en ese sentido os voy a recordar los pensamientos de algunos:
   Dijo Krishna: “El apego surge del deleite en los placeres de los sentidos; del apego surge el deseo y del deseo el ansia de posesión y esto conduce a la pasión y la ira. La pasión turba la mente y merma la memoria haciéndonos olvidar nuestro deber. Esto acarrea la insensatez y la insensatez lleva al hombre a la destrucción”.
   Dijo Buda: “El hombre bueno que hace buen uso de sus riquezas se dice que en verdad posee un gran tesoro; pero el miserable que atesora sus riquezas no obtendrá ningún provecho”.
   Dijo Lao Tsé, el sabio chino taoista: “No glorifiques para nada a los hombres de mérito, si quieres que el pueblo no dispute. No estimes los tesoros codiciados para que el pueblo no los robe. No exhibas aquello que lleva a la envidia para que su alma no sea torturada”.
   Dijo Confucio: “El hombre superior está preocupado por la justicia. El hombre inferior por el beneficio”.
   Mahoma dijo: “El amor a los placeres, los tesoros de montones de oro y plata, los caballos con marcas impresas, los rebaños, los campos. Todo esto parece hermoso a los hombres, pero no son más que goces pasajeros de este mundo”.
   Y Jesucristo (en el evangelio de acuario) concluyó: “No acumuléis tesoros en los baúles de la tierra; la riqueza que acumuléis arruinará vuestra alma. Dios no da la riqueza a los hombres para que la amontonen en cámaras secretas, sino para usarlas para el bien común. Desprendeos de vuestra riqueza, distribuirla entre los pobres y poned vuestra confianza en Dios, y ni vosotros ni los vuestros pasaréis nunca necesidad”.
   Entonces: ¿Para qué tanta CODIVIA?

Firmado, MAEC