El concejal de Infraestructuras de Montoro, José Romero, ha explicado a este periódico que las quejas son constantes, “ya que los caminos son muy estrechos, muchos de ellos se han hecho sobre terrenos de relleno, por lo que con las aguas se abren grietas y es muy peligroso circular por ellos”. Muchos de ellos se encuentran en pendientes elevadas, por lo que los taludes se derrumban sobre estas vías, cortando las mismas.
Asimismo, se han hecho badenes muy cortos y profundos, por lo que no pueden pasar vehículos cargados ni turismos porque sus bajos rozan en ellos; en otras ocasiones se han colocado tubos y no se les han hecho las obras de fábrica correspondientes y se han quedado huecos. Además hay un camino que es de titularidad municipal, que comunicaba la carretera antigua de Adamuz con la antigua de Casillas, y este camino, por la crecida de la presa, se ha cortado, por lo que ello implica que muchos de los vecinos que antes llegaban a sus propiedades atravesando el Arenoso, y tardaban 10 minutos, ahora tienen que bajar a Montoro, subir por la presa y la carretera antigua de Adamuz hasta llegar a sus propiedades. Un rodeo de unos 50 kilómetros, que supone una hora de camino, con el consiguiente tiempo perdido y perjuicio económico que les causa.
Esto se les ha comunicado a Aquavir, se detectan los problemas, y desde esta empresa aún no se le ha dado solución. Romero asegura que no se están poniendo soluciones.
En cuanto a las competencias del Ayuntamiento, José Romero informa que “estamos haciendo un esfuerzo importante, a través de subvenciones de la Junta, ya que este año vamos a arreglar dos caminos por importe de 625.000 euros, y a través del parque de maquinaria de Sierra Morena, desde el que continuamente se están repasando todas las infraestructuras que dependen del Ayuntamiento”.
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