VILLAFRANCA: El pueblo se vuelca con la Guardia Civil en la celebración de su patrona

Un año más Villafranca nos sorprende en la festividad de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil. Desde primeras horas de la mañana ya se respiraba el ambiente festivo, al igual que años anteriores, si bien en esta ocasión se podían observar ciertas novedades con relación al año pasado.
El balcón del Ayuntamiento lucía la bandera nacional, junto con la de Europa, Andalucía y de Villafranca. En los alrededores de la parroquia, donde se celebraba la misa, había infinidad de banderitas españolas y andaluza, de una acera a otra, que adornaban la calle principal. En los alrededores del acuartelamiento de la Guardia Civil pudimos observar un dispositivo de seguridad e información establecido por el Ayuntamiento, con miembros de la Policía Local y Protección Civil, quienes se encargaron, desde 10.30 horas de la mañana, de recibir a las diferentes autoridades civiles y militares invitadas, organizando el estacionamiento de vehículos en lugares habilitados para ello por el Ayuntamiento. Entre los invitados se pudieron ver jefes, oficiales y suboficiales de los tres ejércitos, magistrados, religiosas, miembros de la Policía Nacional, Policía Local, representantes de Medio Ambiente, etcétera.
Sobre las 11 de la mañana hizo su aparición la Banda de Música de la localidad, así como un nutrido grupo de jinetes perfectamente ataviados, pertenecientes a la asociación caballista que preside Antonio Cárdenas, los cuales han querido este año sumarse a la fiesta, dándole realce y esplendor con la evolución de sus cabalgaduras. A las 11.15 horas se constituyó la comitiva encabezada por los caballistas, seguida de la Banda de Música y, a continuación, los miembros de la Guardia Civil, invitados y familiares, que recorrieron la calle principal desde el acuartelamiento hasta la parroquia, en la puerta de la cual fueron recibidos por el párroco Manuel Roldán, quien ofició la eucaristía.
Este año las previsiones quedaron desbordadas, pues son muchas personas de otras poblaciones las que acuden año tras año para presenciar esta festividad, motivo por el cual el templo quedó abarrotado y fueron muchos los que escucharon la misa de pie, e incluso no pudieron entrar.
La Coral Villafranqueña, como de costumbre, fue la encargada de canta la misa, ajustándose al rito litúrgico, si bien, en determinados momentos, como en el ofertorio, interpretaron magistralmente “El sitio de Zaragoza”, que dejó impresionados a todos los presentes. No obstante, el momento más emocionante se vivió cuando el alcalde y el comandante de puesto portaron una corona de laurel a los pies de la Virgen del Pilar. Iban escoltados por los oficiales de los tres ejércitos, mientras la agrupación musical interpretaba “La muerte no es el final”.
Por expreso deseo de los guardias de Villafranca, se recordó a Blas Hidalgo Duque, fallecido recientemente. Un hombre que durante muchos años contribuyó con su trabajo a dar esplendor a esta fiesta.
Al final de la misa, el alcalde pronunció unas palabras que terminaron con vivas a la Virgen del Pilar y a la Guardia Civil. Inmediatamente se interpretó el himno del Cuerpo, uniéndose a la coral los familiares y algunos vecinos del pueblo.
De todos son conocidas las buenas relaciones existentes, no solo entre el Ayuntamiento, el Puesto de la Guardia Civil y la población, por lo que año tras año son más los villafranqueños que se unen al dispositivo montado por el Ayuntamiento para ofrecer a la Guardia Civil el regalo más precioso que un pueblo puede hacer a los servidores del orden, su cariño y respeto.
No faltaron a su cita anual los cantaores Alfonso Cantizano y Diego Ayllón, que interpretaron, ajustándose a las más estricta litúrgia, el “Padre Nuestro” y el “Cordero de Dios”, respectivamente.
Finalizado el acto religioso, la imagen de la Virgen fue sacada del templo a hombre de los miembros de Protección Civil, donde le fueron rendidos honores de ordenanza y, posteriormente, en solemne procesión hasta el acuartelamiento, acompañada de caballistas, banda, invitados, etcétera.
Nos hemos dirigido al alcalde, Francisco Javier López Casado, para recabar su opinión sobre el fenómeno que supone la festividad de la Pilarica en Villafranca, de la que nos dijo que “Villafranca es un pueblo generoso y agradecido, y cuando llega el 12 de octubre se echa a la calle en pleno par mostrar su agradecimiento a la Guardia Civil en general y al Puesto de Villafranca, en particular”. Asimismo, destacó que “sus componentes han sabido y saben desempeñar su trabajo, manteniendo el difícil equilibrio en el binomio tradición—modernidad, consiguiendo con ello granjearse el respeto, cariño y admiración del pueblo al que sirven, un pueblo que sabe colaborar en las tareas del orden público, logrando situarse como población con el más bajo índice delictivo de la comarca”.
Por último, hizo público su agradecimiento al teniente coronel primer jefe de la comandancia de Córdoba, “por las facilidades que nos da a los villafranqueños de poder celebrar la fiesta de su patrona con el máximo esplendor”.