PEDRO ABAD: Respuesta a la señora Magdalena Luque Canalejo.

En primer lugar, señora siempre que hable de lo que tu padre y yo hicimos, no tendré más remedio que mencionar su nombre; al otro señor, desde lo que hicimos tu padre y yo, he estado 28 años sin reprocharle, y siempre que hemos coincidido en el pueblo , lo he saludado e incluso el año que hizo de pregonero en la feria cuando acabó el pregón estuve hablando de política con él y con don Miguel el alcalde; nunca le he mencionado nada de cuando sacamos los restos de los fusilados, hasta que el año pasado en agosto, vi la lápida que publicó en su libro.

En segundo lugar, te diré que yo nunca llené el pueblo de octavillas; eso se hacía en los tiempos de Franco, lo que hice fue repartir cartas casa por casa; entérate bien, tu eso te lo habrán contado; pero yo en Terrassa, como buen luchador que he sido, si las he tirado muchas veces, como lo habrá hecho el amigo Rafael García; pero tu repásate bien la carta que distribuí por todo el pueblo, y verás en lo que participé e hice en los tres años que estuve en el pueblo me siento muy orgulloso de haber hecho junto con tu querido padre, que tenía que haber vivido más años. Dices que lo achacas a mi edad o a mi aburrimiento, pues siempre he sido una persona trabajadora y de mi trabajo he vivido, a más a más he colaborado en todo lo que me han pedido; ahora jubilado, dedico mi tiempo a ayudar a mi mujer y a mis hijos, en cuanto a la edad tengo 73 años y me encuentro perfectamente, como comprobarás en la carta me acuerdo de todo lo que hice 28 años atrás, lo cual tu siendo más joven, o no te acuerdas o no quieres ofender a tu amigo García.

Dices también que tu padre se sentía orgulloso de ser amigo de Rafael García, pues ya somos dos, yo lo he pregonado a los cuatro vientos, por todos los lugares en los que he estado, porque para mí una vez más te diré que ha sido el mejor político que ha habido en el pueblo después de la guerra civil; una cosa es eso, y otra es querer atribuirse méritos que no le corresponden, ya que en esos hechos no quiso participar aun cuando se le invitó y además confirmó su asistencia. El año pasado estuve 2 veces en tu piso para darte una copia de la inauguración de la lápida que venía en el Mundo Obrero que fue el siguiente: quitarme a mí de la foto de la inauguración y poner al Antonio “el Seco”, no se sus apellidos, era un simple espectador, te pregunte que te parecía si en vez de quitarme a mí, lo hubieran hecho con tu padre y en su lugar hubieran puesto otro espectador, y como respuesta, recibí solo el silencio.

Igual hice con el libro de nuestro amigo, y recibí la misma respuesta. Este año he estado en la feria y me has visto dos o tres veces, y me has ignorado, yo pensé que el motivo era la carta que no te gustó, pero cuando he llegado a Terrassa, tengo un amigo de Jaén con el que siempre comparto cosas de mi pueblo y él de el suyo, siempre que hay novedades me llama.

Al llamarlo yo para decirle que ya estaba aquí, me invita a su casa y me muestra un ejemplar del Alto Guadalquivir, en el cual publicas críticas en mi contra. Si hubieras sido franca y me hubieras dicho cual era la causa de tu enfado, te las hubiera aclarado personalmente. Resulta que mi hermano Pedro, que vive en el Carpio me hizo llegar otro ejemplar del Alto Guadalquivir, y vi el homenaje que le hicieron a los fusilados la J.J.C.C. y entre ellos se encontraba el Alcalde don Miguel así como el señor Rafael García Contreras, que mandó cantar La Internacional; y yo digo ¿Cómo puede ser que en 28 años no haya habido crecimiento en el Partido, y ahora de golpe jóvenes a raíz de lo publicado en el libro?; pues yo mandé la carta a este periódico para que la publicaran entera, y no lo hicieron pues excedía el límite permitido, no obstante, me gustaría conocer a la persona que publicó esto en Internet a la que considero legal y a la que doy mi enhorabuena así como todo mi apoyo por haberlo hecho. En vista de lo pasado he decido grabar en la lápida los datos de quien fueron los autores así como la fecha correspondiente, que no estaba puesta. Perdona, pero en esta ocasión ha sido absolutamente necesario implicar el nombre de tu padre, dadas las circunstancias, ya que soy incapaz totalmente de hacer lo que el Mundo Obrero hizo conmigo, quitar a tu padre, que fue protagonista, para incluir a un mero espectador que no tenía nada que ver con esto.

Espero no tener que volver a recurrir a estos medios para defender los derechos de tu padre y míos.

En Terrassa a 19 de Octubre de 2010

Rafael Ruiz Rojas “El comunista dolido”