Ángel Polo presenta “Los felices años difíciles” de Pedro Abad

Más de 250 personas se dan cita en el acto, respaldando así al autor de esta magnífica obra

El patio del Centro de Mayores, de Pedro Abad, acogió anoche, ante más de 250 personas, la presentación del libro de Ángel Polo García, titulado “Los felices años difíciles”, que recoge en primera persona un periodo de la infancia y juventud de este perabeño, que desde el año 1968 se trasladó a Madrid para emprender una nueva vida pero que nunca ha dejado de estar relacionado con su pueblo natal. Ángel Polo refleja en su libro las costumbres desde los años cuarenta hasta las postrimerías de los sesenta, cuando los jóvenes se conformaban con poco, pero lo disfrutaban con mucha ilusión y anhelo. Se trata, por tanto, de un magnífico cuadro que retrata nuestra sociedad histórica más reciente, donde se muestra una parte importante de la realidad, “que se desarrolló en unos tiempos históricos menos convenientes y menos positivos”, dijo el presentador, Melchor de Castro.
   El autor realiza una intrahistoria de su pueblo, extrapolada a cualquier otro lugar de España, mediante una radiografía perfectamente ilustrada, a través de fotografías y dibujos, de juegos y costumbres tradicionales que hoy han desaparecido en su gran mayoría debido a la tecnología. La alcaldesa de Pedro Abad, Magdalena Luque Canalejo, resaltó en la presentación la capacidad creativa de este perabeño e invitó a los perabeños a seguir por la senda de la cultura y la recuperación de tradiciones perdidas.
   El presidente de la Peña Relámpago, Antonio Andrés Muñoz, que se ha encargado de organizar esta presentación, manifestó la implicación de Ángel Polo, de la que también fue presidente, en la actividad sociocultural de de la localidad, y el presentador de la obra, Melchor de Castro, lo calificó de “persona excepcional”, por su inmensa capacidad artística y afirmó que “es prodigioso que una sola persona concreta, en carne y hueso, pueda aunar tal variedad de capacidades creativas, siendo este un don reservado a muy pocos mortales”. De Castro añadió que “Polo conserva intacta la ilusión de lo que está por llegar, sentimiento muy parecido al júbilo que él mismo experimentaba de pequeño en los días previos a la feria”. De Castro pidió a los perabeños que “agradezcamos, aunque sea por una vez a alguien, sus desvelos, su contribución, su esfuerzo al bien común en cualquiera de sus manifestaciones”.
   Respecto a la obra, dijo que esta obra no es solo una evocación del pasado de una persona, “sino que abarca la historia real de una generación, ya que lo plasmado es lo vivido por la inmensa mayoría de los españoles, siendo un libro de consulta obligada para enjuiciar, valorar o comentar nuestro pasado más reciente”. Haciendo un repaso por algunos de los episodios del libro, De Castro añadió que “todos formamos parte de lo que en el libro se relata, vivida bajo el prisma del que tiene pocos años y mucha vitalidad curiosa por delante, para vivir no solo nuevos horizontes, sino para percatarse en cada momento de los detalles maravillosos de cualquier existencia”.
   Melchor de Castro concluyó que “el autor tiene una especial sensibilidad para hilvanar acompasadamente todos sus recuerdos, con una fácil narración que mantienen la atención del lector”. Destaca también la aparición de personajes reales que han formado parte del pasado más cercano, como los Manolitos, generación de municipales denominados así en honor a uno de sus primeros miembros, Manuel Pérez o Manolito el Viejo; el alcalde Fernando Mora, la practicanta doña María, el practicante don Fernando Murcia, el médico José Fernández Tirado, Angelina Castro, Sebastián el herrero, el primer Pegaso que llegó al pueblo, Juan Antonio “El arria”, Rafaela García, “así como maestros y sacerdotes que salen a la palestra atestada de buena gente”, dijo el presentador.
   El editor, Andrés García Baena, también de Pedro Abad pero afincado en Marbella (Málaga), dijo que “este libro no deja de ser para mí un elemento muy especial”. García resaltó la cálida y numerosa presencia de asistentes, “que nos conduce a la terrible calidad y calidez humana de Ángel Polo, que forma parte de mi infancia”. Comentó que cuando le pasó el borrador se fue embriagando con su lectura “porque lo que relataba en él formaba parte de mi propia infancia y de mis propias vivencias, lo que hacía que no fuera una obra más dentro del contexto en el que yo me muevo, por lo que hay que agradecerle toda la cantidad de sentimientos y emociones que desprende esta obra”.
   Asimismo resaltó el valor de este libro desde una perspectiva histórica, afirmando que “dentro de 100 o 150 años será cuando recobre más importancia, ya que la obra es muy plurifuncional, porque para muchos de los presentes es como un espejo en el que nos vemos reflejado, sin embargo cuando los antropólogos o historiadores quieran estudiar la posguerra española de un pequeño pueblo de la vega del Guadalquivir, no tendrá más remedio que echar mano de esta obra para comprender cómo era la vida en ese momento”.
Por último, Ángel Polo, abrumado por las palabras de los intervinientes y la acogida de su libro, resaltó que “no es fácil digerir tantos elogios en tan poco tiempo”. Añadió que ha merecido la pena el tiempo dedicado a la confección de este libro, “pero ahora pienso que me he quedado corto en el esfuerzo, porque sin duda merecéis mucho más, notándose en el ambiente el cariño que me tenéis”.

   Ángel Polo animó a los vecinos a ampliar esta oferta literaria, “ya que Pedro Abad tiene un patrimonio de niños y jóvenes con una cultura que merece la pena abrirle la puerta a sus inquietudes”.