Jesús Leirós: "Únicamente vivimos cuando amamos"

Jesús Leirós (Córdoba, 1987)

Jesús Leirós (d), entrega un ejemplar de su libro a Jesús Quintero.

Su infancia la confía a Villa del Río estudiando en el Colegio Divina Pastora para después cursar Bachilerato de Humanidades en Montoro. Su incorporación al grupo de teatro "La Parroquia" con ocho años se convierte en su primera toma de contacto significativa con el mundo de la literatura. Estudia Magisterio de Educación Primaria e Inglés en la Universidad de Córdoba compaginándolos con su verdadera pasión: el amor al arte.
Durante dos años conduce el programa radiofónico "Mujeres con talento" en Matías Prats Radio para dar a conocer la verdad oculta de las mujeres que escribieron la historia. Colabora para diferentes exposiciones de autores contemporáneos y es en Cosmopoética donde por primera vez coincide con Ginés Liébana.
Una vez instalado en Madrid, donde inicia sus estudios en Historia del Arte, el pintor y poeta se convierte en su mentor abriéndole todo un mundo de posibilidades artísticas y creativas como es el dibujo.
Admirador acérrimo del cine clásico hollywoodiense y de la literatura del siglo XIX, se define como "el Quijote domesticado" y reconoce que su fórmula para ser feliz es "una salud de hierro acompañada de una memoria pésima".
Ha experimentado con casi todos los géneros literarios incluyendo ensayo, teatro, narrativa y poesía. "La vida en beso" es su primer libro y hace referencia a su blog del mismo nombre.


Premios:
XX Certamen de Narrativa Corta Ciudad de Villa del Río (2010)
I Premio de Relato Breve de la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba (2009)
I Premio San Valentín de Poemas de Amor de Villa del Río (2010)
I Premio San Valentín de Cartas de Amor de Villa del Río (2009)

¿Cómo surge la idea de escribir el libro "La vida en beso"?
--El amor es mi gran compañero de viaje aunque no siempre hemos ido de la mano. Fue en una de esas veces en las que nos hacemos amigos de la soledad cuando quise analizar qué había sido eso que me había hecho creer que el mundo era habitable. Entonces hice mi mayor descubrimiento: que tan sólo podemos humanizarnos cuando dando de beber al prójimo calmamos nuestra sed; que el amor es todo o nada y no comprende de limitaciones. Que es fuego porque nos calienta a la vez que nos consume. Que sigue siendo ese paraíso terrenal que tenemos constancia de que existe y que tan fácilmente desaparece sin que nada podamos hacer. Y fue así como me convencí de que vivir por él y para él no sólo nos dignifica sino que da sentido pleno a un ideal que nunca hemos conquistado por completo. Y sí, lo reconozco, no fue tarea sencilla. Y mucho menos para alguien de una generación como la mía en la que nos alienamos cada vez más dentro de una aldea que se dice global.

¿En qué se inspiró para ponerlo en marcha?
--Aunque cueste creerlo, en el desamor. Éste consigue hacernos poetas a cualquiera. Sólo hace falta cultivar intensivamente la sensibilidad y tener tiempo para plasmarla. Quizás el libro fue una necesidad, una lucha por mi propia superviviencia más que el gusto de crear un conjunto de textos para enamorar. Fue entonces cuando eché la vista atrás y recordé el primer beso: el más corto e imperfecto pero el más intenso. El que nunca pude dar y se sigue retorciendo en mi boca... Y todo esto de noche, que es cuando el mundo se calla para que tan sólo se oigan los susurros que desvelan nuestra intrahistoria. Esto demuestra que un mal comienzo nunca es definitivo.

¿Con qué se encuentra el lector?
--Con la fórmula exacta para vivir en plenitud con nosotros mismos ya que, al fin y al cabo, es de lo que se trata. Al ser una obra miscelánea, el lector descubrirá algo revelador: las múltiples dimensiones del amor y de la felicidad. Así, a través de los diferentes poemas, relatos breves y epistolarios que vertebran el libro, se demuestra que para amar tan sólo hace falta un cosa: un corazón, el propio. Si a esto le añadimos la triunfante conquista de otro que vibre al mismo ritmo, nos podremos dar ya por satisfechos. El corazón tan sólo se vale de latidos para que el mundo gire y todo en torno a el. Y es que vive en nosotros y esclaviza sin látigo. Sin tener ojos visualiza los besos añorados. Tampoco tiene boca pero gasta un hambre voraz para atrapar el deseo de su carne. Tiene su propia dinámica y la medida de nuestra comodidad se basa en su entendimiento más o menos acertado. Por lo tanto podríamos decir que el libro es, desde una visión eminentemente poética, un manual sobre cómo amar para ser felices.

¿Qué otros proyectos editoriales tienes?
--Se está terminando de esbozar la biografía de Ginés Liébana y la verdad es que el proyecto me entusiasmó y así se lo hice saber a mi maestro desde un primer momento. También estoy inmerso en la versión teatral de la obra romántica de Goethe por antonomasia, "Las penas del joven Werther". Aunque sin duda el reto más importante es la finalización de mi novela "Los besos soñados". Se trata de una historia con un argumento rico en personajes y de una temática reveladora: el amor tan sólo existe como tal desde los ojos del enamorado. Reconozco que aunque mi carrera literaria acaba de nacer, están siendo muchos e interesantes los proyectos en los que estoy inmerso y todo gracias al gran apoyo que he recibido en Villa del Río por parte de profesores, amigos y familiares desde que me propuse escribir lo que a mí me gustaría leer.

¿Qué mensaje envías a los lectores acerca de tu obra?
--Que únicamente vivimos cuando amamos. Pero no haciéndolo así, sin más, sino teniendo la certeza de que sólo así moriremos vivos.