Los niños de Montoro viven desde este mediodía un día mágico. Según la leyenda, los que no lleven colgada en el cuello la medalla de San Bartolomé pueden ser capturados por La diablilla, un ser diabólico que representa al mal y que en esta localidad del Alto Guadalquivir sale a la calle la víspera de San Bartolomé, que se celebra hoy. Se trata de una tradición que se pierde en la noche de los tiempos y que mantiene en vilo a multitud de pequeños de esta localidad.
Este ser, que forma parte de la leyenda y cuya escena está representada en la portada principal de la iglesia de San Bartolomé, bajó a las 12 del mediodía desde el balcón del Ayuntamiento. Y lo hizo en tirolina. Para tratar de granjearse la confianza de los niños, les daba chucherías. A los malos les tiraba de los pelos. Concretamente, antes de la escapada por las calles de Montoro, el párroco de la iglesia de San Bartolomé, Rafael Rabasco, bendijo a los presentes en la plaza de España para cubrirlos del espanto de la maldad.
Tanto los padres como las madres pidieron por sus hijos y los niños solicitaron la custodia del patrón de Montoro, que tiene bajo sus pies a La diablilla, ya que el señor le dio poder para expulsar demonios y de dominar el mal con el bien. Los niños malos fueron capturados por La diablilla. Pero San Bartolomé, representado por Fernando Pérez, vencerá mañana sábado al mal a las 12 del mediodía pisándole el cuello a La Diablilla, que está encarnada por Antonio Baltanás, quien, acompañado por varios colaboradores municipales, repartió cientos de regalos entre los niños buenos. Aparte de esta escenificación, que se desenvuelve entre el riego por aspersión de todos los niños y mayores en el centro del pueblo, los asistentes también pudieron disfrutar a primera hora de la mañana del reparto gratuito de churros con chocolate de Pepe Zanahoria, que este año ha instalado unas huchas para recaudar fondos para la niña de cuatro años Noemí García, que sufre el síndrome de Rubinstein--Taybi.
Mañana por la tarde tendrá lugar también la misa y la procesión del patrón, una imagen de Amadeos Ruiz Olmos que el año 2010 fue restaurada por el tallista villarrense Sebastián Montes, que le devolvió todo su esplendor. Por tanto, un día de fiesta en el que los montoreños recobran una vieja tradición, a la que cada año acuden más visitantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escriba lo que piensa. Envíe su comentario sobre esta noticia, utilizando su nombre y apellidos y no como anónimos.