Juan Manuel Adán, en la acampada del 15M, en la plaza del Castillo, de Pamplona. |
--¿Qué queda por conocer?
--El saber de aquella época es conocernos a nosotros mismos a través de nuestros mayores, ya que nosotros somos una prolongación de ellos. Por tanto, aquí lo que se produce es una reflexión íntima de nuestra vida.
--¿Qué se deseaba en aquél periodo?
--Ser mejores, más cultos y más libres,… crear una sociedad mejor. Un estado del bienestar que con el tiempo, por suerte, se ha conseguido.
--¿Para qué sirve recordar esto ahora?
--Siempre es actual, ya que las personas vivimos en una rueda en la que siempre estamos girando. En estos momentos, en los que perseguimos el respeto mutuo entre las personas, sigue siendo actualidad.
--¿Qué les puede interesar a los jóvenes acerca de la República?
--La libertad humana no se produce si la economía no funciona porque la economía es la base de nuestra libertad. En estos momentos de crisis podemos observar que las personas mayores, hijos y nietos se sienten frustrados porque, tras la dictadura, llegó la democracia y ahora se encuentran perdidos.
--¿Qué opina del consumismo atroz de los últimos años?
--Ya se está acabando, pero se va a terminar por completo. Los jóvenes se han quedado como desconectados de la política y es fundamental que entren porque sin políticos no podemos vivir. Pero en cambio hay manadas de lobos organizadas para comerse a todos, pero a lo que les va a tocar de verdad es a los jóvenes. Y esa manada de lobos pretende apoderarse de la economía, algo que siempre ha existido. Los antiguos señoritos terratenientes hoy día son personas que se están formando en las universidades más importantes, que tienen una formación muy potente y sin embargo no tienen corazón humano. Les da igual manipular el precio de los productos para que las personas pasen hambre, que se mueran, promueven guerras, …, les da exactamente igual. A los jóvenes les ofrecen despidos libres cuando ellos tienen contratos blindados de mucho dinero.
--¿Le costó trabajo sacar opiniones en su libro o colaboraron los protagonistas?
--Hay de todo. En principio, si no te conocen, hubo personas que no querían que saliera su nombre, pero finalmente todos los que salen publicados ha sido con su consentimiento.
--¿Qué pretende con la promoción de este libro?
--Promocionar mi pueblo y la sociedad actual. Pero, sobre todo, seguir con el modelo de sociedad que se nos transmitió en la Segunda República. De querer ser mejores. En aquella época además, en el planteamiento de los valores de la educación y la economía estaban de acuerdo hasta la falange. Se trataba de una economía flexible, con la que se pudiera pescar con todas las cañas. Todas las herramientas son buenas para tener una vida mejor para las personas. Yo me muevo para que seamos conscientes de ello y no nos dejemos derrotar, como ha hecho el PSOE, que se ha dejado derrotar. Zapatero va por el mundo como un señor patético en busca de dinero para solucionar los problemas que él ha sido incapaz, en sus años de gobierno, de corregir, porque estaba cantado que la economía iba a reventar. La economía no puede subir como un cohete siempre hacia arriba. Zapatero estaba muy a gusto en una sociedad en la que la actividad económica era muy potente, pero la borrachera del derroche económico se acabó. Ahora tenemos una resaca que no se nos va a pasar. No vamos a llegar al nivel de desempleo de estos años atrás. Por tanto, todo eso se ha acabado y tenemos a un presidente que está deambulando por el mundo sin saber lo que tiene que hacer. Si el PSOE quiere seguir en el poder debe cambiar de presidente. El PSOE debe reaccionar. La base social de este partido, que son las personas más humildes de la sociedad, están frustrados. Las personas mayores que han creído en la socialdemocracia están absolutamente decepcionadas. Esperan que un milagro les salve, que dentro de un año la papeleta de las elecciones les resuelva la situación. Pues la economía no se solucionará en un año. Todavía se sigue perdiendo empleo. El despido libre no es una medida. El Estado debe intervenir en la economía porque no está para quitarle los derechos sociales a las personas.
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