El año pasado, allá por el mes de marzo, se me
ocurrió la idea de intentar organizar una actividad que combinara dos aspectos
fundamentales de mi vida: la pasión por el deporte y las
experiencias compartidas, sobre todo cuando éstas últimas se realizan en un
entorno lúdico y divertido.
La primera de ellas empiezo a desarrollarla desde
muy pequeño; ya con nueve años me inicio como federado en un club de fútbol y
comienzo a sentir cierta atracción por casi todo tipo de modalidades
deportivas. Hoy en día, y después de jugar durante muchísimos años a diferentes
niveles, continúo ligado al deporte, futsal concretamente, como Entrenador del
“Calderería Manzano de Bujalance”, equipo que milita en la Segunda División B
del Fútbol Sala Nacional.
La segunda de ellas nace de mis primeros
campamentos, aún en edad escolar, cuando siendo mi padre Director de un colegio
en la capital cordobesa, me “obligan” a participar en tales actividades junto
al resto de compañeros de clase que habían optado por apuntarse, y algunos de
mis hermanos que cursaban en etapas superiores. Hoy reconozco que fue un
acierto por parte de mis padres el haberme incluido en aquellos maravillosos
campamentos. Sólo conservo gratos recuerdos de ellos y de los que fueron mis
compañeros. Tan profunda fue la huella que me dejaron aquellas experiencias que
cuando he tenido la oportunidad, años después, de trabajar como monitor en
Campamentos de Ocio y Tiempo Libre, no lo he dudado, y he participado en los
últimos quince años en multitud de proyectos de esta naturaleza. ¿ Y saben
que…? Ejerciendo como monitor-educador me lo he pasado igual de bien que cuando
era un acampado, lógicamente desde otra perspectiva, pese a la responsabilidad
que tal cargo conlleva.
Así, con todo esto en mente, y como decía al
principio, decidí poner en marcha un proyecto que combinara ambos valores: LA
PRÁCTICA DEPORTIVA Y LA CONVIVENCIA-DIVERSIÓN EN GRUPO.
Me dirigí a Villafranca, localidad del Alto
Guadalquivir, situada en la falda de Sierra Morena, y de gran tradición en la
práctica del fútbol sala, habiendo llegado a tener, en diferentes etapas,
equipos en la élite nacional de este deporte. Una vez entrevistado con los
responsables municipales comenzó a gestarse el I Campus “ Ciudad de
Villafranca”. He de resaltar que todo fueron facilidades por parte del
Ayuntamiento y la Concejalía de Deportes, por lo cual les estoy muy agradecido.
El Camping “Albolafia” sería el lugar elegido para
el alojamiento y su Restaurante el que nos proporcionara el desayuno, almuerzo,
merienda y cena diarios. Un enclave a unos 500 metros del casco urbano dotado
de modernos Bungalows y Cabañas equipados con todo tipo de comodidades, aparte
de una extensa zona de recreo ideal para juegos y actividades varias.
¿ Qué decirles..? Que todo salió según lo esperado.
Los 25 chicos que participaron en este primer Campus se divirtieron de lo
lindo, lo vi reflejado en sus caras día tras día. Hicieron deporte y
desarrollaron habilidades motrices básicas, contribuimos a su formación con actividades de la Naturaleza
como la Orientación o la Cabuyería, despertamos su intuición y audacia en
pruebas de difícil solución, y les hicimos sentir intriga e incertidumbre (de
las buenas ) en juegos nocturnos.
Pero no sólo eso, sino que al mismo tiempo,
fomentamos en ellos valores como el respeto a las normas y a los compañeros, el
trabajo en grupo, el fair play aplicado al futsal, la responsabilidad en el
cuidado del material que usan, etc…. así como hábitos saludables como son la
higiene personal, el correcto comportamiento en la mesa, la limpieza de sus
cuartos, etc… Recibimos la visita también de dos profesionales de nuestro
deporte: un jugador y un árbitro de 1ª División con los que los chicos
departieron durante unas horas y a los que pusieron en “serios aprietos” con
sus preguntas imposibles.
Es cierto que hoy en día existe mucha competencia en
actividades de verano para niñ@s dentro de este sector. Uno puede elegir entre
escuelas de verano, campus deportivos, campamentos multiaventura, etc…. , pero
les aseguro que esta actividad conjuga lo mejor de todos ellos: el mejor
deporte, , la mejor y más variada diversión, la transmisión de valores más
importantes y quizá lo más importante: los grandes y poderosos lazos amistosos
que se establecen entre los acampados después de una semana de total
convivencia entre ellos. No hay mayor recompensa para un monitor escuchar al
final de la noche, y justo antes de caer rendidos, a dos o más acampados
contarse “las batallitas” del momento, y esperar con impaciencia la llegada del
nuevo día.
Créanme, no todas las experiencias son iguales, lo
sé de buena tinta.
Se trata, en definitiva, de una experiencia
completa, integral, enriquecedora…. como
la que yo tuve oportunidad de disfrutar hace ya muchos años en varias
ocasiones pero mejorada, y que seguro moldearon en parte la persona que hoy
represento. Todo ello, garantizado por un equipo de monitores titulados y con
experiencia el cual tengo el gusto de encabezar.
Por todo esto les animo a que traigan a sus chic@s
con nosotros y disfruten del II CAMPUS
DE FÚTBOL SALA “CIUDAD DE VILLAFRANCA”.
MIGUEL A. MARTÍNEZ PEINADO.( Macario )
(Entrenador Nacional Nivel III-
Especialidad Fútbol Sala )
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