Gaspar Zarrías lamenta que dos pueblos del Alto Guadalquivir se llamen "como dos ministros que han subido 50 impuestos en dos años y medio"

El diputado por Jaén y miembro de la ejecutiva federal del PSOE,  Gaspar Zarrías, dijo en una visita realizada a la Feria del Olivo que “es una pena que dos ministros tengan el apellido de magníficos pueblos del Alto Guadalquivir, como Montoro y Cañete, que han subido más de 50 impuestos durante estos dos años y medio de gobierno a los que menos tienen, mientras que los que más tienen siguen manteniendo las mejores condiciones fiscales”. En este sentido comentó que “en estos momentos de extrema dificultad los españoles “no pueden permitir ni consentir”. Respecto a Arias Cañete matizó que “a los agricultores y olivareros andaluces nos debe la friolera de 518 millones de euros de la Política Agraria Común”. También hizo una llamada de alerta a los agricultores, haciendo mención a que hasta ahora había una reorganización interna en España, en la que había un recorte que no se efectuaba a los agricultores que cobraban menos de 5.000 euros y que iba progresivamente el porcentaje hasta los agricultores que cobraban 300.000, 400.000 y 500.000 euros, a los que se les recortaba el 16%”. Explicó que Cañete, antes de irse, ha sacado una orden, publicada en el BOE, en la cual recoge una tarifa igual para todos, del 8%, “convirtiéndose Cañete en el Robin Hood pero al revés, que roba a los pobres para dárselo a los ricos”. Por tanto, aludió a que “a ver si tenemos suerte y se jubilan pronto”.

            Por otro lado manifestó que “los dirigentes actuales de la Unión Europea solo han mirado al sur para estrangularnos nos están conduciendo a la miseria”. Añadió que si no hay una UE que mire al sur “se romperán las reglas de juego, derivando en una Europa rica y pujante y otra más devaluada, con menos capacidad y con un futuro mucho menos incierto”. Apostó por gente de la izquierda, que “aun siendo del norte, mire al sur, tratando de corregir los desequilibrios”.

            Cada dos años le gusta visitar la Feria del Olivo de Montoro para compartir momentos con el alcalde de esta localidad, Antonio Sánchez Villaverde, y los empresarios, “observando de primera mano el esfuerzo que está haciendo Montoro y el sector en general para hacer de esta feria un escaparate que, en vez de competir, lo que hace es complementar a la de Jaén, que en años impares se celebra bajo el paraguas de Expoliva”.

            Argumentó que todo lo que se haga por el aceite y el olivar “es trabajar por el futuro de nuestra tierra, por lo que hay que aprovechar estos encuentros del sector en sus diferentes vertientes para hacer un llamamiento a dos puntales básicos que van a permitirnos mirar al futuro con mayores garantías, siendo necesario que cada vez se concentre más la oferta, hemos hecho un esfuerzo de modernización de instalaciones, de una innovación que roza la excelencia para lograr un producto de máxima calidad, pero seguimos atomizando la oferta, con lo cual el tema de los precios es gravísimo”. Al hilo de esto precisó que “el señor Cañete debería haber aprovechado la reforma de la PAC para haber hablado de precios en Bruselas, y tampoco lo ha hecho”. Por tanto hizo un llamamiento en “concentrar la oferta y fortalecerla para que los precios puedan seguir manteniendo la producción y se siga fijando la población al territorio y que en nuestros pueblos se viva con bastante dignidad”.

            Respecto a Deóleo dijo que “la política del Gobierno del PP no viene bien a Andalucía ni al sector oleícola”. Añadió que “ha costado mucho construir en Córdoba y otras provincias andaluzas, que se ha ido a manos de alguien que tiene como objetivo la rentabilidad sin pensar lo que es la labor social y económica que supone para una comunidad autónoma como la nuestra donde hay centenares de miles de olivares y donde la agricultura supone una parte importante de nuestra riqueza y empleo”.

            Respecto al debate mantenido entre Valenciano y Cañete, Zarrías dijo que “el candidato Arias Cañete estuvo patético, leyendo, balbuceando, nervioso y sudando, demostrando simple y llanamente la prepotencia de la que se ha hecho acreedor durante estos últimos tiempos”. Por último, concluyó que “los españoles le dirán a Rajoy el 25 de mayo que no quieren que gobierne la derecha ni en Europa ni en España”.