Un entierro peculiar en El Carpio

Esta noche se ha celebrado en El Carpio, al ritmo de música gregoriana, el ya tradicional Entierro del Galgo. Unos niños vestidos de animadores de la Selección Española presagiaban un evento diferente que empieza a tener solera en la comarca. La Asociación de Vecinos Haza de Gracia, de El Carpio, volvió a organizar este popular entierro, una celebración que este año cumple un lustro y que surgió de manera espontánea por este grupo de carpeños. Alumnos de sexto de Primaria del colegio Ramón y Cajal portaban antorchas. Otros niños tocaban el tambor y las niñas llevaban el trono sobre el que se encontraba el galgo de cartón y color bronce, una bella escultura elaborada por Miguel Torralba. Entre los acompañantes se encontraba el profesor Manuel Montenegro, que, como maestro de ceremonia, iba dirigiendo el cortejo fúnebre, caracterizado de "no sé de qué tipo de punky". Rafael Sáez, presidente de la Asociación de Vecinos, agradeció la colaboración en este nuevo encuentro del entierro del galgo, "que surgió a raíz de la polémica que hubo cuando se colocó el burro junto a la autovía, cuando en realidad nuestro emblema es el galgo, de ahí nuestro sobrenombre". Al acabar la procesión se procedió al encendido de dos grandes hogueras, prendiéndose posteriormente fuego al animal de cartón en una de ellas. Las chirigotas y comparsas de la localidad animaron el ambiente hasta bien entrada la noche. Por cierto, muy original.