El SATSE denuncia "la contratación ilegal" de la enfermera que atiende a Aarón

El sindicato Profesional de la Enfermería SATSE, ha denunciado a través de los medios de comunicación que el pasado 3 de Abril se presentaron denuncias ante diversos organismos e instituciones implicadas en la contratación en presunto fraude de Ley de la Enfermera que presta atención sanitaria y cuidados al niño Aarón.

Según SATSE las denuncias se han canalizado a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social; al Ente Público de Infraestructura y Servicios Educativos, perteneciente a la propia Consejería de Educación; a la  Empresa que ha contratado directamente a la Enfermera y que tiene domicilio fiscal en Cabra; y a la Delegada de Educación Antonia Reyes.

Según SATSE, en los diversos escritos de denuncia se deja claro que el contrato realizado a la Enfermera es de “Cuidadora de Guardería”, lo cual le habilita legalmente a realizar solo labores de aseo e higiene sustancialmente.

Sin embargo la realidad, afirma SATSE, es radicalmente distinta, de tal manera que la Enfermera que atiende a Aarón realiza atención sanitaria y cuidados tales como Aspiración de Secreciones a través de la traqueotomía; control de la ventilación mecánica que tiene el niño; cuidados continuos de gastrostomía; administración de medicación a través de aerosoles según precise; control del oxigeno administrado al niño; cambio periódico de la cánula de la gastrostomía; control y manejo del respirador, aspirador, pulsiosímetro y sonda de alimentación; así como atención ante a una situación de urgencia o emergencia, si fuese necesario.

Es evidente, continua SATSE, que esta actividad sanitaria no puede asumirla ni legal ni profesionalmente una persona que es contratada solo como “Cuidadora de Guardería”. Por tanto la responsabilidad profesional, civil y penal que pueda derivarse de la actuación profesional que realiza efectivamente la Enfermera, no se encuentra protegida ni amparada a través del único vínculo que les une con la empresa que la ha contratado, y que es su contrato de trabajo, el cual no se corresponde en absoluto con lo que efectivamente se le exige, es más afirma SATSE, a la Enfermera antes de contratarla se le exigió que acreditase su titulación Universitaria de Enfermera, sin embargo el contrato es de “Cuidadora de Guardería”, para lo cual, según la propia Junta de Andalucía, en absoluto es necesaria dicha titulación universitaria, extremos todos estos que quedan acreditados, ya no solo por la radical discrepancia entre lo estipulado en el contrato y lo que se le exige realmente a la Enfermera, sino también acreditado por el grupo de clasificación profesional que el contrato asigna a la Enfermera, en cuyo caso habría de estar en la Grupo II, sin embargo lo está en el IV, lo cual corrobora  claramente su retribución, y que se concreta en solo 10 euros brutos la hora, que solo los percibía si de manera efectiva dicha hora se realiza. Por tanto cualquier circunstancia ajena a la propia Enfermera que impida que el niño Aarón, pueda acudir al colegio la Enfermera no percibirá tampoco esos 10 euros brutos, que por cierto es incluso una cantidad inferior a la  que percibe una persona que desarrolle labores de limpieza en domicilios de terceros.

    Por todo ello, asevera SATSE la Delegación de Educación en Córdoba, cuya máxima responsable es Antonia Reyes, ha contratado en presunto fraude de ley a una persona, para atender a Aarón, que aprovechándose de su titulación, cualificación, formación, capacitación y habilitación profesional, se le exige que preste sus servicios profesionales como Enfermera, asumiendo la responsabilidad profesional, civil y penal que de ello pueda derivarse, y que tales atenciones profesionales implica; pero siendo contratada solo como “Cuidadora de Guardería”, evidenciando por otro lado la Delegación de Educación un claro atentado al respeto de la dignidad profesional de la Enfermera.

   Finaliza SATSE rechazando y criticando con dureza que en la “Andalucía Imparable”, se use y abuse de los trabajadores de esta forma tan despreciable y mezquina, por quienes dicen que defienden y protegen los derechos de los trabajadores, al mismo tiempo que los explotan laboral y profesionalmente.