La localidad de Cañete de las
Torres aumenta su legado histórico con la puesta en marcha del Museo
Etnográfico Rocío Caracuel, que está causando verdadera expectación en esta
localidad, que trata de mantener vivas sus costumbres. Hasta este espacio
histórico, ubicado en la planta alta del castillo, han acudido decenas de
vecinos y visitantes durante estos días para conocer de primera mano los
utensilios, juegos y herramientas que se utilizaban antiguamente. Los alumnos
del taller de empleo del Alto Guadalquivir han sido los artífices, junto con
María José Luque Pompas, directora del Museo Arqueológico, de hacer realidad
este proyecto. La Fundación de la Caja Rural de Cañete de las Torres ha sido la
encargada de tutelar todas las piezas desde el origen y ha donado varias
vitrinas en las que se encuentran muchas de las piezas que se guardan en este
espacio expositivo.
El
museo se ha distribuido aprovechando las estancias que proporcionaba el espacio
y se ha distribuido en tres lugares diferentes. Por un lado una vitrina que
alberga planchas desde el siglo XVIII hasta el siglo XX. Posteriormente el
visitante se encuentra con dos vitrinas, en una se pueden ver material de
farmacia y de juguetes antiguos de los años 20 y 30 del pasado siglo, además de
diferentes utensilios de cocina. Se ha aprovechado también la escalera de
acceso para colocar útiles del campo, calzado del siglo XVIII. Por último, en
la sala de la torre del homenaje, se ha dispuesto lo que se ha dado en llamar
la Sala de la Matanza, que se ha quedado muy bien ambientada en esta
celebración popular.
Este
museo recibe el nombre de una cañetera, que fue la persona que tuvo la
iniciativa de que fuera una realidad. Los alumnos del taller de empleo
explicaron que su trabajo en este proyecto se ha desarrollado durante un
periodo de diez meses, “tras comunicarnos María José Luque que había una gran
cantidad de piezas de la familia de Rocío Caracuel y que se deberían de poner
en valor”. Acto seguido aceptaron el trabajo y lo han realizado con mucha
ilusión, destacando no solo el apoyo de la Caja Rural de Cañete sino también
del Ayuntamiento, con la edición de unos dípticos informativos.
El
alcalde de Cañete de las Torres, Félix Romero, dijo que “este no es un museo
estático, sino vivo, ya que lo que pretendemos es que sea algo participativo
del pueblo, queremos que la gente done, porque de otra forma estos utensilios
se perderían y con ello se abandonarían los recuerdos que emanan de dichos
objetos y las costumbres propias del pueblo”.
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