La delegada territorial de Igualdad conversa con mujeres ahmadíes de Pedro Abad. |
En el acto contra la violencia de género a nivel comarcal, celebrado hoy en Pedro Abad, han asistido mujeres con velo. Pertenecen a la Misión Ahmadía del Islam. Algunas nacidas en esta localidad cordobesa, donde esta comunidad tiene una mezquita desde el año 1982.
El velo ha sido considerado como un símbolo de la posición subordinada de la mujer dentro del mundo islámico. Las mujeres musulmanas a menudo son representadas en occidente como alienadas, aisladas y carentes de voz. Se considera que se encuentran oprimidas por los hombres musulmanes y por sus líderes, que utilizan el nombre de la religión para cometer contra ellas una injusticia.
En un día tan especial para las mujeres en el mundo hemos tenido la oportunidad de conocer de primera mano lo que piensan las mujeres musulmanas, quienes afirman que estas tácticas se utilizan constantemente por determinados medios de comunicación occidentales para tratar de crear en la sociedad la idea de que en el Islam las mujeres son consideradas desiguales a los hombres que se encuentran oprimidas, incluso en los regímenes islámicos moderados. Se emplean palabras como “encadenadas”, “reprimidas”, “amortajadas” y “esclavizadas” para transmitir la imagen de que ellas son la posesión de sus familiares varones y carece absolutamente de derecho individual.
El uso del velo en la sociedad occidental se ha convertido, de manera progresiva, en un objeto de controversia y se han originado muchas ideas erróneas con respecto a su verdadero propósito. En consecuencia, muchas sociedades consideran que a las mujeres musulmanas hay que liberarlas del velo.
No obstante hay que entender esta religión para comprender a esta sociedad. En el Islam la modestia y la castidad son principios muy importantes de la fe y se logran mediante el establecimiento de ciertos códigos de comportamiento y vestimenta. El grado en que una mujer se cubre es una elección personal, a condición de que se practique con modestia y recato, siguiendo las enseñanzas de esta religión. Por tanto, el velo es parte de la mujer musulmana y es sinónimo de dignidad y respeto. Además, son reconocidas en la sociedad como personas respetadas por su inteligencia, personalidad y logros académicos, en lugar de su belleza física, como he podido constatar personalmente esta tarde en el acto contra la violencia de género celebrado en Pedro Abad, así como en el premio entregado recientemente a una chica ahmadí, natural de Pedro Abad, que tuvo lugar recientemente en Alton (Reino Uniddo).
Por tanto, los occidentales que somos tan modernos, debemos ser también actuales en el conocimiento de esta religión. Debemos recordar que las muejres de otras religiones han usado velo a lo largo de la historia. En el Cristianismo, por ejemplo, un caso muy cercano lo tenemos en el velo de María, la madre de Jesús. Su uso siempre ha sido representado para demostrar su modestia y humildad. Otro ejemplo bien conocido hoy día es el de las monjas cristianas, que cubren su cabello y usan prendas exteriores recatadas. También en el judaísmo las mujeres suelen cubrir su cabello en la observancia de la modestia.
Por tanto, hay que desmitificar esa imagen que se quiere trasladar por parte de algunas personas interesadas en que el velo es algo nocivo para la sociedad. De hecho, no es un obstáculo para el éxito, ni para aquellas mujeres musulmanas que ejercen su actividad en un entorno profesional. No esperan concesiones especiales y trabajan con sus colegas en una diversidad de campos como la medicina, el derecho, la ciencia o la enseñanza. Por tanto, ¿qué tiene el velo de malo?, ¿le molesta a alguien? Saludos.
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