El Carpio se rinde a los pies del Ecce Homo en su tradicional romería

Con un sol de justicia, aunque compensado con una suave brisa y un momento tan especial, los vecinos de El Carpio vivieron ayer una de las romerías más multitudinarias de los últimos años. El tiempo acompañó desde la subida del patrón, la tarde del viernes, hasta ayer, en la ermita de San Pedro, donde los vecinos celebraron con el máximo esplendor su romería. La bajada comenzó a las 10 de la mañana y sobre las 12 del mediodía llegaba a la ermita, donde se ofreció una misa. A lo largo del camino fueron muchos los momentos de fraternidad vividos, con reencuentros entre hermanos y antiguas amistades. Los caballistas y las carrozas abrían paso a un Señor muy querido en la comarca. Son muchos los vecinos que quieren llevarlo hasta San Pedro. Jóvenes, mayores, hombres y mujeres quieren sentir sobre sus hombros el peso de Nuestro Señor Ecce Homo. El presidente de la cofradía, Rafael Cobos, destacaba ayer momentos como la subida del patrón desde su ermita hasta la iglesia, “en la que hubo una gran afluencia de público, valorando sobre todo el buen comportamiento de todos los asistentes”. Asimismo, recordó que “no se ha podido estrenar parte del retablo, ya que lleva un ensamblaje que impedía su colocación, pero esperamos que la próxima semana se comience a colocar algo en el altar”. El alcalde de El Carpio, Francisco A. Gaitán, manifestó que “en esta fiestas, en las que se mezcla tradición y religiosidad, trabaja todo el pueblo, desde instituciones hasta la cofradía, fuerzas de seguridad, etcétera, para que todo salga bien”.