En estos tiempos el
sistema parece que está pasando por unos momentos de apuros que pueden ser
definitivos aunque son muchas las fuerzas que tratan de sostenerlo y
recomponerlo con engaños y amenazas. Es ahora cuando algunos expertos vaticinan
su final sin tener en cuenta que los gestores del capital siempre sabrán dar el
golpe de timón para reconvertirlo en los que son dueños del dinero y de la
continuidad de los estados que son quienes les dan cobijo y a la concatenación
de las cosas que los sostiene.
Los
encubridores del poder sistemático instituido están en estos momentos con sus
elucubraciones y polvos mágicos están buscando salidas milagrosas a la ruina.
Entre todos tratan de concretar donde hay que establecer el punto de apoyo de
la toma de decisiones y ya han provisto que sea desde el punto más alto y más lejano
de la población para que a ser posible nada puedan hacer para impedirlo.
Lo que
voy a decir a continuación quizás no se pueda defender si no con la perspectiva
de los años y la experiencia acumulada y posiblemente una buena dosis de
inocencia, pero creo que: un sistema que para su supervivencia debe entrar en
crisis cada cierto tiempo y sin replantarse su filosofía ha de volver a renacer
desde nuevas energías y con más esfuerzos y más ilusiones y más mentiras, no
merece seguir con vida más si cabe como dicen sus defensores, esas crisis no se
pueden evitar y le son necesarias al sistema, y como consecuencia, se convierte
en tanto sufrimiento para la sociedad que no ha hecho nada salvo inocentemente
seguir durante toda una vida con los valores que le han inculcado.
Algo
tendrán que pensar los economistas para cambiarlo.
Juan Manuel Adán
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escriba lo que piensa. Envíe su comentario sobre esta noticia, utilizando su nombre y apellidos y no como anónimos.